La Expresión del Teenager
Johanna Villasmil
Existe un refrán que dice “uno no sabe lo que tienen hasta que lo pierde”, en Venezuela nos está ocurriendo esto, hace 15 años atrás, nuestra nación era otra, una que con problemas gozaba de libertad, seguridad, riquezas, igualdad, posibilidades y más, pero ahora todo cambió, y cuando nos dimos cuenta, ya era muy tarde para volver el tiempo atrás. Lamentablemente, una de las mejores cosas que perdió Venezuela fue la seguridad, la delincuencia se ha apoderado de nosotros, impidiendo que vivamos en paz y tranquilidad, hasta en nuestras propias casas, y las autoridades no han tomado cartas en el asunto, sino todo lo contrario, expresan que la inseguridad es una sensación creada por los medios de comunicación opositores.
Por desgracia, en nuestro país reina la impunidad, pero ahora, tras la orden de minimizar las detenciones policiales, estos delincuentes que gozaban de impunidad, son los dueños de la realidad nacional. A raíz de la decisión del Ministerio de Servicios Penitenciarios, que surge tras la crisis carcelaria puesta en evidencia en el Rodeo I y II, de suspender el ingreso de detenidos en los penales, funcionarios de la policía nacional recibieron instrucciones para realizar solo tres procedimientos semanales, esto quiere decir que el policía, de todos los delitos que pueda ver durante una semana, solo está autorizado de procesar tres, que sean delitos mayores y en flagrancia; porque así aspiran evitar que se incremente más el hacinamiento en sus calabozos. Con esto, el hacinamiento igual continúa, por ello, proponen liberar al 40% de los privados de libertad, que serian aproximadamente 20 mil presos, que tampoco va a desacinar las cárceles, porque restándole el 40%, quedarían 29 mil reclusos y las cárceles están hechas para una capacidad de 14 mil.
En Venezuela en el año 1998 por cada 100 homicidios había un total de 119 detenciones, entre el año 2007 y 2008, por cada 100 homicidios sólo se registraron un total de 9 detenciones. El criminólogo, Fermín Mármol García, comenta “este es un gobierno que, en políticas públicas contra el crimen no desea tomar el camino correcto, es imposible en un país con los índices delictivos en homicidio y secuestro, como los tenemos no aplicar una política de represión legal. Ahora se trata de la ley del “sálvese quien pueda”, pues al hecho de que las bandas delictivas están más tranquilas, la policía debe ahora tener discrecionalidad a la hora de hacer detenciones. La sociedad y el gobierno están divorciados, se trata de vivir mejor y no estamos viviendo mejor los venezolanos”
Entre las funciones básicas de un Estado, se encuentra el velar por la seguridad de cada uno de los ciudadanos, pero con todas las medidas nuevas a implantar, el gobierno está incentivando el delito y la impunidad, no sólo está dejando desprotegido a los ciudadanos sino también a las víctimas. Cuando el gobierno no cumple con sus funciones, los venezolanos salen a buscar justica por su propia mano o a defenderse con un arma, que puede conllevar a algo peor, generando un incremento de violencia en el país. La liberación de los privados de libertad no va a solucionar el problema en las cárceles, sino que lo va a trasladar a las calles, incrementando el problema de inseguridad, que ya se encuentra en estado crítico, donde hace dos fines de semana atrás, se registró el mayor indicé de homicidios durante este año en la capital, con un total de 59 fallecidos; si pusieramos todas las victimas de homicidios que ocurrieron durante estos 12 años dentro del Teatro Teresa Careño, luego de ser ocupado cada puesto, existiría una larga fila de victimas que no lograría ingresar. Debemos recuperar la seguridad que existía en Venezuela, pero para esto, es necesario que se creen leyes, donde se castiguen a los delincuentes y que existan penitenciarias donde puedan recibir su orden carcelaria, así recuperaríamos algo que perdimos y de verdad necesitamos.
Los quiere Joha