viernes, 17 de abril de 2015

Otro golpe para el venezolano

La Expresión del Teenager


Johanna Villasmil
@johavillasmil

Las personas que han vivido más años y tienen más experiencias dicen que la vida siempre te va a dar golpes, pero que tienes que aprender a levantarte; así como también hablan de un refrán muy conocido que dice que después de la tormenta siempre viene la calma. Realmente espero que esto sea verdad porque como venezolana estoy cansada de recibir constantes golpes y  añoro por el día en que llegue esa calma.

Hace una semana exactamente el Centro de Comercio Exterior (Cencoex) publicó en gaceta las nuevas medidas que se están implementando para la adquisición de divisas con motivos a viajes al exterior y el uso de tarjetas por internet, y los nuevos montos para ello. Una reforma que trae consigo mayores impedimentos para el acceso de divisas y menos dólares a los que acceder. 

En la mayoría de mis artículos hablo de lo que son los derechos humanos y siempre invito a que los defiendan, porque considero que ellos son la clave para obtener calidad de vida. Estas nuevas medidas son una violación a nuestros derechos humanos de dos maneras: es discriminatorio porque la impide a las clases bajas y medidas la compra de divisas suficientes para viajar al exterior, y al venezolano no poder salir cuando quiera del país repercute en el derecho a la libertad de movimiento consagrado en la Declaración.  

Con relación a ello hace unos días vi una imagen que, según mi apreciación, describe uno de los principales problemas que vive el venezolano en la actualidad. En la imagen aparecía un personaje de una película de niños que sufre de problemas de memoria, en la parte superior estaba triste y decía “estoy cansada de esta situación”, pero en la parte inferior mostraba al personaje feliz expresando “llegó la leche, vamos a hacer cola”. Los ciudadanos estamos sufriendo de problemas de memoria y cada vez que hay una nueva medida olvidamos la anterior, tal vez no de manera feliz como el personaje, pero simplemente se desaparece de nuestra mente todo lo que nos ha afectado.

El porcentaje que representan las divisas que consume el ciudadano en viajes es mínimo dentro de todos los ingresos y gastos que tiene el país. Es más, si a esta cifra le sumamos lo que consumen los estudiantes en el exterior y la empresa privada representa 1/3 del ingreso anual del país ¿Qué pasa entonces con esos otros 2/3? Al reducir los cupos y al limitar aún más el acceso a ellos, no se van a salvar las divisas suficiente ni para pagar una milésima de la deuda externa nacional. Esto quiere decir que realmente no es una medida económica efectuada por las bajas en los ingresos por la caída de los precios del petróleo sino como una represalia para los ciudadanos.

Nosotros como venezolanos no nos merecemos esto, y siento que hablo por una gran parte de la población al decir que estoy cansada de la situación actual y del constante deterioro. Es momento que se tomen acciones reales para el mejoro del país, de exigir realmente que se cumplan nuestros derechos y de tener buena memoria, para así poder tener la calidad de vida que nos merecemos. Venezuela es mi país, ver la bandera me hace sonreír y la estrofa “llevo tu luz y tu aroma en mi piel” me pone la piel de gallina, es por ello que lo que cada golpe a mi país me duele y hace que sea más difícil levantarme. Mi Venezuela te quiero llena de calma, no de tormentas.

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