La Expresión del Teenager
Johanna Villasmil
@johavillasmil
laexpresiondelteenager.blogspot.com
Desde hace algunas semanas he escuchado
repetirse entre mis amigos una frase constante que afirma que en Venezuela se
hace dinero fácilmente, pero que me ha hecho preguntarme realmente en que año
de este país viven ellos porque la situación que vivo y veo a diario en las
calles demuestran lo contrario. La verdad es que el ingreso que una persona
puede tener sigue siendo la misma cantidad de una día para otro, pero se
adquieren una menor cantidad de bienes o servicios cada día que pasa sin que
cambie dicha cantidad.
Hace varios años atrás muchas personas
decidieron migrar a Venezuela porque la condición económica que tenía para ese
momento el país favorecía a la creación de compañías y además se ofrecía un
salario podía rendir para una persona. Hoy en día los ciudadanos están tomando
la decisión contraria de convertirse ellos en migrantes en busca de esas
condiciones que antes ofrecía Venezuela.
Lo cierto es que la única forma real de
hacer dinero en este país es aprovechándote de la situación por la que
atraviesan los otros, es decir, revendiendo un bien o servicio a un precio
superior por la necesidad que tiene la población o robando, ya sea directamente
a los ciudadanos o por debajo de la mesa sin que nadie se entere. En lo
particular ninguna de esas vías me parece correcta y no son las que tomaría
sabiendo que con ello perjudico a una gran parte de la población.
La realidad en Venezuela es que el dinero
no alcanza en lo absoluto, un salario mínimo ronda casi los ocho mil bolívares
mientras que eso solo alcanza para hacer un mercado, además eso no da para
pagar los servicios, para pagar una renta o para adquirir un bien. Menos aún
este ingreso da para cumplir placeres personales como viajar, comer en un
restaurante lujoso, comprarse un par de zapatos de buena marca, entre otros,
cosas que deberíamos poder disfrutar y hacer.
El profesor de la IESA e Ingeniero con
Phd en Finanzas, Carlos Jaramillo, expresó en el foro de Cesar Miguel Rondón
que “nos acercamos a la hiperinflación; y el comportamiento de las empresas y
los consumidores cambia porque el dinero no vale nada. La Venezuela post
revolución será mucho más pobre que la de 1998. Habrá que tomar unas medidas de
ajuste muy duras para la población”.
Es triste tener la oportunidad de
conversar con una persona que reside en otro país y observar los costos de su
vida en comparación a las ganancias que tienen y después ver las que tiene uno
en Venezuela. Es aún más triste cuando intentas explicarle a esa persona lo que
representa para ti el costo de la vida en su moneda y que ellos piensen que
realmente te la están regalando, aunque lo cierto es que aquí uno para trabajo.
Lo ideal sería que en el país se pueda
trabajar de manera regular, como cualquier otra persona en el mundo, y que ese
ingreso sea suficiente para poder mantenernos, pero para que se logre ello en
Venezuela es necesario que se implementen medidas económicas eficaces de acuerdo
a las problemáticas reales. Es cierto que cuando se promulguen las políticas
adecuadas y se de un cambio efectivo va a ser un momento difícil para la
población, pero peor es seguir como estamos ahorita y saber que nunca mejorara.
Los ciudadanos debemos darnos cuenta de la realidad y aceptar que no estamos
teniendo calidad de vida, para así exigir la misma.
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